¡Hola Amiga XXI!, hoy quiero compartir contigo algunas ideas para contestar fácilmente las preguntas de los niños sin desesperarse.
Cuántas veces no sabemos cómo hablar con nuestros hijos y una amiga nos tiende una soga. Bueno de eso se trata este blog, de tenderte una soga pero también de crear un lazo y poder compartir cada una sus experiencias.
Hay una edad en que los peques preguntan sin parar. Con suerte seguirán preguntando toda la vida, eso dependerá mucho del entorno, del acompañamiento que como adultos hagamos. Digo con suerte porque, un adulto que se pregunta, que es creativo, que busca respuestas a sus interrogantes, se convierte en una persona exitosa en la vida. Y ¿sabés por qué?: porque encuentra soluciones de manera más eficiente a los retos que las diferentes situaciones de la vida le van planteando. En cambio, alguien que se dejó de preguntar, ya es una persona vieja…aunque tenga 30 años.
¿Y ahora qué le digo?
No voy a negar que a veces pienso: ¡¿dónde me meto!? cuando mi hija me hace preguntas rarísimas que muchas veces ni yo sé. Y me solía pasar que me enredaba tratando de pensar la respuesta más adecuada acorde a su edad y, que a su vez, fuese realista. ¿Cómo lograr que mi hija quede satisfecha con la respuesta y yo como madre sentir que la he podido ayudar?, me preguntaba.
Con el tiempo me fui dando cuenta que a nuestro alrededor podemos encontrar las respuestas a todo si sabemos observar. De cada persona o situación podemos aprender y en más de un sentido.
En lo personal me ha servido muchísimo observar a mi alrededor. Pero, para encontrar respuestas, tuve que aprender a estar más atenta a mi alrededor, a volver a maravillarme de todo.
Ser como niños es la clave
¿Cuántas veces leiste la frase “a veces hay que ser como niños“, o ” aprendamos de la inocencia de los niños”?. En mi caso, en muchos lugares un montón de veces. Pero ahora cobra otro sentido: en el momento en que nos encontramos con los interrogantes de nuestros niños es fundamental situarnos en su perspectiva y así aprender a contestarles de la mejor manera posible.
El otro día mi hija andaba con un dolor terrible en una muela. Cuando vamos al dentista, como era la primer consulta, la médica me pide que permanezca con ellas en el consultorio.
Me puse a observarlas y vi como la doctora le explicaba las cosas con una claridad y simpleza que me quede asombrada.
Reflexionando comprendí que la Dra. se ponía en el lugar del niño. Le explicaba a la niña como una niña…estaba jugando con ella. Por eso la mejor manera de explicarles las cosas a los niños es volviendo a ser uno, a ser un niño. Allí todo fluye.
No hace falta leerse 500 libros..sino que nos dejemos ser, nos dejemos llevar y las palabras salen solas. Por eso es fundamental confiar en nuestras capacidades.
La dentista le explicó tan sencillo y supo hacerlo tan fácil porque se puso a jugar como niña, y con esto no quiere decir que fue infantil sino que sintonizó con su propia infancia y se puso a jugar. Quizás cuando era niña le tocó ir al dentista y no tuvo una buena experiencia, por ende, aprendió a ser diferente, a buscar alternativas para que a sus pacientes no pasen por lo que ella pasó.
Pero más allá de nuestras experiencias, es cuando volvemos a ser niños, en esa sintonía, cuando sucede la magia. Las palabras nos salen, aparece una explicación que no sabemos de donde sale pero ahí está, y la inquietud se resuelve.
Creo fervientemente que cada uno tiene su manera como educador. No obstante, comparto contigo la manera que a mí me resulta más eficaz.
Por eso aquí van algunos puntos que pueden serte de utilidad:
Cómo contestarles las inquietudes a nuestros hijos:
1-Mostrándonos seguras de nosotras mismas. Transmitir seguridad es un factor fundamental para lograr la credibilidad. Y esa seguridad se va construyendo. Si eres alguien inseguro debes comenzar por preguntarte el por qué. Quizás de pequeña tus padres no te dieron seguridad. Si es tu caso y sientes que estás enredada, es importante tomar las riendas de tu vida y comenzar a bucear en tu interior para conocer tus fortalezas. Haz una lista si es necesario. Pero no te quedes quieta. Como decía un cómico de mi infancia: el movimiento se demuestra andando así que te invito a vivir la experiencia del autoconocimiento. Es un tema que da para mucho. Yo solo aquí lo menciono pero en otra oportunidad lo desarrollaremos.
2 – Preguntándonos cosas nosotras. Los niños viven preguntándose y es maravilloso como adultos atrevernos a preguntarnos cosas. Esos momentos en los cuales uno disfruta de jugar, esos momentos hay que volver a recrearlos, así nos va resultando más fácil ponernos en la piel de niños. Cuando nos atrevemos a dejar lo serio a un lado y nos ponemos a jugar nos ponemos en la piel de los niños.
A veces lo simple parece complicado. Dicen que el mejor maestro es el que logra explicar de manera sencilla algo que es complejo de entender. Así se demuestra que alguien tiene un conocimiento. Cuando podemos llevarlo a lo simple.
Cuando no encontramos palabras simples ahí aparece el cuento, la historia, la metáfora. Entonces hay dos maneras de responder las preguntas de los niños: desde lo simple, volviendo a ser como ellos y desde las historias, los cuentos.
Desde tiempos inmemoriales las historias han jugado un papel muy importante en el aprendizaje del ser humano. Pero eso es tema para otro post.
En resúmen: lo importante es comenzar a ver la crianza con otros ojos, atrevernos a probar cosas diferentes y, como te decía, atrevernos a jugar y a preguntarnos cosas.
Nos gustaría que compartas tus técnicas de enseñanza, tu manera de encarar las preguntas de los niños. Y si tienes a alguien a quien este post le pueda servir, no dudes en compartirlo.
¡Hasta la próxima!
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