¡Hola Amigas!!! Hoy se cumple exactamente una semana del paso del huracán Sandy por nuestra área, New Jersey y Nueva York, y como seguramente habrán visto en las noticias, no fue para nada divertido.
Pero no me puedo quejar, ni mi familia ni mi hogar, sufrieron daños y estuvimos hasta el Jueves por la tarde sin luz, considerando que hay personas que aún se encuentran sin electricidad, no es tanto… pero la situación en los alrededores aún sigue muy complicada, no hay abastecimiento de gasolina, por lo que se generan interminables filas de automóviles o personas con bidones en las manos, no hay abastecimiento en los mercados, hay que realizar travesías hasta los mercados que no perdieron la electricidad o que cuentan con grupos electrógenos, y con suerte consigues lo que necesitas, leche y pan son los artículos que más rápido se agotan.
Les cuento sobre mi barrio, yo vivo en las orillas del río Hudson, sobre la costa de New Jersey, justo en frente a Manhattan, pero con la ventaja de que es una zona alta, el barrio está construido arriba de la barranca, eso fue los que nos salvó de las inundaciones como las que se produjeron en pueblos vecinos como Hoboken y Jersey City.
Los niños tuvieron una semana de “vacaciones” aunque forzadas y no muy divertidas ya que sin luz, encerrados en la casa, Halloween se canceló también, pero nosotros salimos igual un rato para no perder el espíritu de alegría y esperanza.
Esta semana hay elecciones, pero al menos en la escuela de mis niños, retomaron las clases, dicen que existen probabilidades de una tormenta de nieve para esta zona entre el Miércoles y el Jueves, pero bueno…. ya veremos que sucede, no nos podemos adelantar a la naturaleza.
Y así está el panorama por esta zona, gris oscuro, la mayoría de los adultos la semana pasada no trabajaron, y me imagino que durante esta semana y mientras vaya retornando la energía en los establecimientos, se irán reincorporando a las labores diarias.
Es increíble como se ve movilizada la estructura cotidiana cuando algo así sucede, y Sandy no se si fue tan tremendo, en la tele he visto cosas mucho peores, pero si fue lo suficiente grande y grave como para paralizar a dos estados completos por mas de 10 días, a pesar de la gravedad, de las incomodidades, la gente se mantuvo siempre calma, tranquila, solidaria y amable.
Algunas personas que tuvieron la suerte de no perder la electricidad colocaron carteles en las ventanas anunciando que eran bienvenidos los vecinos que quisieran pasar a cargar celulares o baterías, se aceptó la falta de suministros esenciales diarios en los mercados como parte de la consecuencia, y cuando me paraba a hablar con alguien, el pesimismo se dejaba a un lado y se agradecía por estar vivos, por estar bien, el resto se solucionará tarde o temprano.
Seguramente será un Halloween para recordar……..
Después de la tormenta llegó la calma climática, pero 8 días después, muchas son las manos que continúan trabajando para restablecer la “normalidad” en el área, mis buenas ondas para los que aún se encuentran en situación de emergencia o muy complicados.
¿Qué nos dejó la tormenta? Además de los daños materiales, que estoy segura en algún momento se recuperarán, unos días en familia, muchas hojas secas en la vereda para hacer otoñales collages, y una gran tranquilidad en el corazón, de que cuando se quiere a pesar de la situación desesperante, se puede mantener la cordura y un comportamiento civilizado, hacer prevaler los sentimientos de solidaridad, generosidad y hermandad.
Por último no quiero terminar este post, sin antes agradecer y profundamente a cada uno de ustedes que me envió mensajes por facbeook, twitter y email, muchas gracias y aunque no tuve la oportunidad de responder por separado a cada uno a causa de la falta de luz, el sentimiento de agradecimiento es infinito.
Sepan que pueden utilizar este espacio para comunicarnos mensajes, compartir anécdotas de Sandy y más…
¡Al fin estoy de regreso!!!!!! No se imaginan cuanto las extrañe!!!!!!!!!!!!!!
Vanessa Aguirre dice
Nosotros también te extrañamos Romy pero que bueno que ya estés de regreso y lo mejor que todos están bien. Nuestras oraciones están con todas esas familias que sufrieron perdidas y por supuesto es ahora cuando nos toca a nosotros poner nuestro granito de arena y ayudar con lo que podamos.