Mi viaje a USA #BetterTogether es traído a ustedes gracias al patrocinio de Jarritos y Dime Media, todas las opiniones enunciadas son propias.
Hablar sobre mi llegada a Estados Unidos, hoy a tan sólo algunas cuantas horas de conocer el resultado de las próximas elecciones presidenciales, es movilizante. Movilizante porque resulta incierto el futuro de este gran país, al cual apreciaba y admiraba antes de venir, y una vez aquí me enamoró profundamente. Amo vivir en Estados Unidos, amo Nueva York. Amo todas las posibilidades que me ha brindado esta fértil tierra en donde los sueños se pueden volver realidad. Amo su gente, su cultura, sus paisajes, su amplitud y gran variedad de colores, sabores y elementos tan fascinantes como diversos, que la hacen única y especial. Estados Unidos es el país en el que por decisión mis hijos nacieron, jamás me voy a arrepentir y en el que realmente, espero vivir toda mi vida. Viajaré a conocer todo lo que más pueda de de este maravilloso planeta, pero aquí siempre será mi hogar. Al que regresar y sentirme en mi lugar en el mundo. Muchas veces al caminar por las calles de Nueva York, me imagino siendo viejita y disfrutando de las miles de actividades culturales que la ciudad ofrece, sin límites, siempre pulsante, desafiante y en progreso permanente.
En otras oportunidades en este blog, hablé sobre mi viaje, sobre como las cosas se dieron. Amo mi país de origen, amo la ciudad que me vio crecer, su gente, su comida, cultura y paisajes. Sin embargo había algo en mi, desde que era chica, que sentía que no pertenecía allí y a ninguna otra ciudad de mi país. Sentía que mi corazón estaba en otro lado del planeta. Sencillamente anhelaba con intensidad vivir en otro país. No sabía como lo lograría y mucho menos cuando, ni cual sería mi destino. Pero sabía con fuerzas que no me quedaría y que si lo hacía, sería muy infeliz y frustrada. A veces las cosas son como son, ni siquiera depende del amor, porque claro que amé y amo mi país, sino de las alas y sentir que si las tenemos, son para volar.
Así fue, que cuando la vida me sorprendió con el embarazo de mi primer bebé a los tiernos 20 años de edad, supe que era el momento. Tenía que emigrar. Si no lo hacía entonces, ya después con un hijo, sería mucho más difícil. Me tenía que ir antes de que mi hijo naciera, y menos mal que así lo hice. Dicen que a veces tan sólo hay que lanzar nuestros sueños al universo y prepararnos para convertirlos en realidad, porque la oportunidad se presentará si lo deseamos suficientemente. Desde que me vine, así la vida me ha demostrado, una y otra vez, que las cosas funcionan. Pero claro, tampoco todo ha sido color de rosa. Ya lo creo que no. He tenido que pasar muchisimas situaciones difíciles, superar obstáculos y todavía lo hago. Pero bueno ¿quién dijo que la vida era fácil?? Para todos de alguna manera u otra, o en diferentes medidas, las cosas son difíciles. El tema es tener la voluntad para avanzar y el deseo de crecer que sirve como motor. Yo soy de las que piensan que las cosas hay que ganárselas, trabajar duro para conseguir lo que queremos y una vez que lo logramos ¡se siente tan bien!!
En el camino y lo que tuve que dejar atrás
Hay cosas que hasta el día de hoy, después de 15 años viviendo aquí y ya con raíces y 3 hijos criados bajo el sistema y la cultura americana, pesan. Pesa la distancia con mi familia, principalmente. Que mis padres no vivan el crecimiento de mis hijos. Compartir con mis padres y mis hermanos y amigos tan queridos que extraño permanentemente y con locura. No es lo mismo verlos una vez al año. Y tantas veces me cuestiono mis decisiones y mis acciones ¿estaré haciendo bien? ¿hasta donde vale la pena? La vida se pasa tan rápido y de última lo que mas importa es el amor y los lazos, compartir con la gente que uno quiere. Pero después veo a mis hijos, y todas las oportunidades que les ofrece esta tierra y sé que sólo por ellos, vale la pena. Pero por mi también, porque aunque duela, amo donde estoy. Mis alas se abrieron, volaron y aún tienen mucho que recorrer.
Es mi compromiso como inmigrante dar lo mejor de mi y devolver con amor y responsabilidad cada una de las posibilidades que Estados Unidos me brinda. Por todo esto y mucho más, esta mañana cuando veía el video que realizó el director Diego Luna en asociación con Jarritos, no pude contener mi emoción. Es mi historia en realidad, una más entre las miles y miles que nutren este país y lo enriquecen y lo hacen tan maravilloso. La diversidad cultural es una maravilla. Estoy segurísima que así es y la apertura mental que brinda para quienes la vivimos, es algo que no tiene precio. No te voy a contar sobre el video, pero por favor, no dejes de mirarlo a continuación, te aseguro que vale la pena!
El Director, Diego Luna y Jarritos, la popular marca mexicana de refrescos, se unieron para producir el más reciente spot de la marca “The Journey”. El cortometraje muestra las luchas y los triunfos de los inmigrantes que viven en los Estados Unidos, al tiempo que se celebra la diversidad misma que hace este país tan grande. Si te gustó el avance arriba no dejes de ver el video completo, aquí: The Journey.
Cuantos momentos dificiles pasamos los imigrantes para poder llegar a donde estamos hoy. Mi madre llego a este pais sola y sin conocer a nadie y sin hablar el idioma. Pero logro su meta! Que linda tu historia!
Me encanta tu historia y cuantos como nosotros habemos en este país. Voy a ver ese cortometraje que seguro me sacará unas lágrimas. Jarritos es una de las marcas que más recuerdo de mi México, el sabor a tamarindo es delicioso.
Que bella historia, todos tenemos una historia que contar…gracias por compartir la tuya 🙂
¡Qué video tan lindo! Me encanta conocer historias de inmigrantes, ya que dejar el país de origen nunca es fácil.
Que lindo conocer tus experiencias y conocerte un poquito más Romy! Las cosas pasan por algo y siempre por cosas buenas o aprendizajes! Saludos!
Romina me emociono con tu historia. Uno viene a este país sólo con una valija llena de ilusiones y sueños. El video de la campaña es hermoso.
“El tema es tener la voluntad para avanzar y el deseo de crecer que sirve como motor. ” Eso Eso ESO!!!
Hola,yo soy una Venezolana que vive en Italia hace 22 años mi compañero es Italiano y tenemos dos bebés de 4 y 2 1/2 años,en Italia las cosas no están bien hace como 10 años desde que se creó la comunidad europea y se cambió la moneda,aquí actualmente no hay teabajo y la calidad de la vida no es muy buena,todo es carisimo y vivir cuesta tanto,estamos pensando ad emigrar en los Estados Unidos,tenemos 35 mil euros ahorrados y queríamos saber si hay posibilidades de poder lograr establecernos allá, si alguien nos puede responder lo agradeceríamos mucho.
Hola Geremy. Antes que nada gracias por tu visita y comentario. Si tienen posibilidad de venir con algun tipo de visa o permiso, les diría que vengan a probar. Aquí hay mucho trabajo siempre, y 35 mil euros es mas que suficiente para empezar de cero en cualquier otro lugar. No se a que se dedican. Si tienen alguna profesión pueden buscar permisos de trabajo por ese lado. Te repito, trabajo hay siempre mucho, pero es más fácil con papeles, sobre todo en este momento, con el actual presidente que tenemos. Por otro lado, el idioma, pero eso se aprende. Vos ya emigraste una vez y sabes que no es fácil, pero tampoco imposible y depende de uno muchas veces.
Resumiendo, trabajo hay pero no te voy a decir que es el lugar perfecto ni que es todo facilisimo, porque no lo es. Pero no creo que exista ningun lugar en el mundo que lo sea tampoco. Suerte y cualquier cosa me escribes. Abrazo!
Me ha emocionado leer este artículo. Después de casi 9 años fuera de mi país y habiendo logrado tantas cosas en este mi nuevo país que me ha acogido y me ha dado la posibilidad de hacerme ciudadano, siempre recuerdo mi origen y me da alguna nostalgia de vez en cuando. Me ha alegrado encontrar su blog y espero poder leerle con frecuencia. Yo también escribo un blog sobre mis experiencias como migrante con la intención de ayudar a otros a sorter las dificultades de asentarse en este país.