Como madres vivimos una relación muy especial con nuestros hijos. Los llevamos 9 meses en nuestro vientre y toda la vida en el corazón.
Cada etapa de su crecimiento nos moviliza y, además de generarnos mucho aprendizaje, nos hace entender que cada momento junto a ellos es único. Por eso es fundamental disfrutar a pleno y estar bien alertas para brindarles lo que necesitan.
Uno de los momentos que pueden resultar difíciles y conmovedores es el inicio de nuestros hijos en la guardería, jardín de infantes o kinder. En esos momentos, muchos sentimientos y pensamientos nos invaden. Sabemos que debemos dejarlos al cuidado de alguien ya sea porque tenemos que trabajar o realizar alguna otra actividad.
Sabemos que será beneficioso para su desarrollo pero, por otro lado, por momentos sentimos que los estamos abandonando y que nadie los cuidará como nosotros. Es cierto que una madre, en la mayoría de los casos, es la que mejor cuida a sus hijos. Pero es necesario aprender a confiar en que habrá otros adultos que podrán realizarlo a la perfección.
Para tener la mayor tranquilidad posible debes estar satisfecha (y tu pareja también, por supuesto) del lugar que elijas para dejar a tus pequeños.
Por eso hoy quiero compartir contigo algunos consejos para elegir el lugar de manera adecuada y quedarte tranquila de que tus hijos están en buenas manos:
– Busca con la suficiente anticipación como para tener varias opciones para elegir. Si es posible, comienza la búsqueda un año antes. Los apresuramientos harán que termines eligiendo un lugar que no te convenza del todo. Por otra parte, algunos kínder inscriben a fin de año, por lo tanto, si no te apuras, el lugar elegido quizás ya no tenga más cupos.
– Busca referencias confiables. En lo posible algun especialista: psicólogo, psicopedagogo de confianza para preguntarle. Si no cuentas con consejo de alguno de ellos, preguntale a alguna amiga o familiar que tenga niños pequeños a que jardín los lleva.
– Elabora una lista de los lugares a visitar y anota todas las preguntas que se te ocurran. Por ejemplo:
1- qué tipo de cobertura médica tiene
2- qué alimentos le dan a los niños
3- cuántos niños hay por sala (esto es muy importante, no debe haber más de 10 o 15 niños en cada una, sino no los podrán atender bien, casi siempre si tienen esta cantidad, cada docente cuenta con un ayudante)
4- higiene y cuidados del niño (cada cuanto le cambian el pañal, lavado de manos al comer, etc)
La directora del establecimiento debe poder responder todas nuestras preguntas. Por lo general, se realiza una entrevista con ella antes de inscribir al niño y otra después de la inscripción para conocer al niño con más detalles.
El kínder es un momento de cambios y separación pero también de mucho crecimiento, juegos y experiencias nuevas. Por eso, si sigues con los puntos citados anteriormente, y sobretodo, eres muy observadora del lugar y del trato que tienen los docentes con los pequeños, podrás estar tranquila de que tu hijo está en buenas manos. De todos modos siempre es importante, si tu hijo ya habla, preguntarle siempre cómo le ha ido en el jardín, que se acostumbre a contarte todo. De esa manera, si sucede algo extraño lo notarás de manera rápida. ¡Hasta la próxima!
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