Hoy día las personas hablan de la depresión como una situación común en medio del agite de la vida y con frecuencia se les escucha autocalificarse como: “soy depresivo o estoy deprimido”, pero en realidad es uno de los males del siglo XXI y un asesino silencioso, que amerita atención, conocimiento y erradicación. Es difícil definirla, ya que se camufla entre dolores, cansancio, tensión o crisis de salud física, que en realidad ocultan profunda tristeza y pena, con baja autoestima y alta desconfianza e inseguridad. Una característica a destacar es la permanente presencia, a veces fruto de muchos años, de pensamientos irracionales como: “no soy útil, nadie me necesita, nadie me ama, estoy solo, no le importo a nadie, no sirvo para nada o no soy nada”.
Ataca a hombres y mujeres de todas las edades y niveles socio-económicos pero en ellas se manifiestan con más frecuencia, debido a todas las funciones que desempeñan y por ser más emocionales.
Esta condición va desde episodios depresivos agudos, hasta trastornos de personalidad. Se hace importante observar si por lo menos durante dos semanas, hay presencia diaria de síntomas que interfieren con el funcionamiento cotidiano, no debido a medicamentos, a la pérdida reciente de un ser querido, a un conflicto o una crisis real: Estado de ánimo bajo o decaído, llanto permanente, disminución del placer o el interés en cualquier actividad, aumento o disminución de peso/apetito, insomnio, agitación o enlentecimiento psicomotor, fatiga o pérdida de energía, sentimientos excesivos de inutilidad o culpa, bajo nivel de concentración e indecisión.. Ante lo anterior, es importante tomar conciencia que no se trata de un momento de tristeza pasajero, sino de condiciones que llevan a la depresión y que es necesario buscar asesoría profesional, porque esta conlleva al deterioro paulatino de la calidad de vida, a la infelicidad y al suicidio.
La depresión se fundamenta en la tristeza, que es una emoción natural ante la pérdida de algo querido y su función es la de pedir ayuda, pero cuando se perpetua en tiempo e intensidad se hace disfuncional y se convierte en patológica. Por otra parte, la depresión está relacionada con la ansiedad, que se presenta cuando no se puede solucionar un problema y hay en la persona la actitud negativa de abandonar el intento de solución y buscar otra alternativa, se cae en un peligroso círculo vicioso.
Tanto las terapias tradicionales como las alternativas o complementarias tienen en cuenta el contexto personal y social del consultante, los antecedentes, la forma de pensar y de sentir es decir, los aspectos emocionales, cognitivos, conductuales e internos. Desde esta perspectiva humanista, la depresión más que una enfermedad tiene que ver con el aprendizaje, con un profundo déficit afectivo, con creencias y con debilidad espiritual, todo lo cual es manejable, lo que no significa que no pueda haber depresión debida a una enfermedad. Como cada ser humano es único, las causas y las consecuencias de la depresión son múltiples, así que la forma de abordaje psicológico y psicoterapéutico presenta una paleta de posibilidades porque desde diferentes ópticas hay una mejor visión, manejo y superación.
No hay personas depresivas, es importante que se cambie este esquema y se piense en personas que entran en estados depresivos, por variadas razones. Por ser dependientes y necesitar mucho del refuerzo externo y social. Por trastornos emocionales con una permanente distorsión en el procesamiento de información, lo que produce pensamientos irracionales, que no funcionan para la vida en el presente, porque anclan creencias y habilidades que fueron correctas en el pasado, pero que se han vuelto automáticas, distorsionando la realidad, lo que las lleva a verse en forma negativa a sí mismas, a el mundo y a el futuro. Por experiencias conflictivas provenientes de la interacción con el medio, una condición muy presente entre las poblaciones inmigrantes. Por parálisis ante la acción, piensan que no pueden actuar y esto les produce una sensación que les deja tan decaídas, que en efecto no pueden. Por la incapacidad para resolver dificultades o conflictos asociada con la desesperanza y la falta de confianza, de certeza y de seguridad. Por disfunción en las relaciones interpersonales, disputas de pareja, con los padres, los hijos, la familia, amigos, colegas o compañeros. Por duelos no superados y por transición en el papel social, déficit interpersonal o aislamiento. Cuando estos esquemas se disparan de forma automática y prolongada pueden producir una sensación o un estado de ánimo depresivo crónico y sin razones claras.
La depresión genera a nivel orgánico un desequilibrio de los neurotransmisores, cuando se toma medicación antidepresiva, estos se equilibran y el estado de ánimo cambia. Ahora bien, la depresión siempre es reactiva a una situación, de manera que hasta que esta no se solucione, las condiciones se perpetúan, aunque se tomen los antidepresivos. Por eso es tan importante abordar en forma integral la psique y todos sus aspectos. Reprogramar actividades pero ante todo trabajar el valor de moverse hacia el auto-refuerzo, el amor propio y el sentirse bien consigo misma desde su interior, sin necesidad de estímulos externos y de aprobación. Observar los pensamientos automáticos negativos, analizarlos y cambiarlos en forma consciente. Volver la mirada hacia sí misma, hacia su conciencia plena, aceptándose tal como es, valorando quien es y empezando a rescatar su grandeza, su potencial, su valor, su dignidad, sus dones y su divinidad. Relajarse, reconectarse con su esencia, concentrarse en su ser interno, meditar, tomar las riendas de su existencia humana y reformular su propósito de vida, con felicidad a pesar de la adversidad, en el perdón y con amor.
Psicóloga y Directora de Creación un Programa para el Desarrollo del Potencial Humano. Consultora, conferencista, motivadora y escritora.
Olga Monzon dice
la deprecion es algo muy comun ahora en estos tiempos pero con ayuda profecional se puede super….
Mayito Castillo dice
No he sufrido mucho de depresiones, pero confieso que las pocas veces que me han dado, me he puesto muy mal. Este super importante articulo nos servira de mucha ayuda. Gracias Romy, y a la doctora Leeny.
Lenny Z Pito-Bonilla dice
Gracias por sus aportes y comentarios. Abrazos,