Mis reflexiones después de películas.
Anoche vi una película que como mujer y madre, me movilizó hasta lo más profundo de mi ser, la película en cuestión es “The Whistleblower” o La verdad oculta o Secretos Peligrosos, en español, con Rachel Weisz, si! está en Netflix, mi antro de perdición como fanática del cine pero te advierto esta es una película que nada tiene de entretenimiento. La misma está basada en la historia real de Kathryn Bolkovac, una agente policial de Nebraska que se traslada a trabajar a Bosnia como agente de paz para las Naciones Unidas, allí descubre una red de tráfico de mujeres, en la que poderosos están involucrados incluidos agentes de la OTAN, las mismas Naciones Unidas, etc.
No se si a veces soy demasiado inocente o tal vez, como a la mayoría de los ciudadanos comunes, me es imposible aceptar tanta maldad libre por el mundo.
La película muestra a lo que son expuestas las mujeres que caen víctimas del tráfico de personas, mal llamado red de prostitución, porque estas mujeres no son prostitutas, son esclavas sexuales, la mayoría niñas, jóvenes que ven sus vidas culminadas antes de que empiecen, estas mujeres son expuestas a maltratos, torturas y violencia física, emocional y psicológica a tal extremo que resulta difícil pensar que un ser pueda tolerar tanta agresión.
Ahora, todo esto de manos de hombres, no quiero caer en un feminismo ciego, pero la historia de la película me toca y mucho, aunque la misma transcurre en Bosnia, y en la misma vemos involucradas a mujeres de Rusia, Ucrania y otros países de la zona, esto ocurre no solo allá, sino en todo el mundo, en estos momentos en Argentina hay un caso muy popular sobre una mujer Marita Verón, que desapareció en el 2002 y su madre luchadora incansable quien no ha dejado desde entonces ni un segundo de buscarla, ha descubierto redes de tráfico humano y ayudado a liberar muchas mujeres víctimas privadas de la libertad, osea esclavas, en Argentina y España.
Esclavas sexuales en pleno siglo XXI, ustedes saben que soy muy optimista, pero esto me duele en el corazón, cualquiera de esas ninas podría ser nuestra hermana, vecina, amiga íntima, hija, madre, tía ¡esclavas sexuales mi Dios! me pregunto ¿que hombre a estas alturas se siente bien comprando y maltratando, obligando al sexo a una mujer? ¿quién? A mi de solo pensarlo me da nauseas, me pregunto ¿que siente un hombre al minuto que terminó su relación sexual con una mujer comprada, maltratada, seguramente drogada para huir de tanto dolor? ¿los hace sentir macho? ¿los hace sentir fuertes? ¿les da tanto placer como para repetir la misma situación una y otra vez? Ok, es lo mismo que un violador, pero en este caso estamos hablando de redes de violadores mundiales ¿ por qué es tan difícil derribarlos, quien o quienes permiten que existan y actuén? Muchas personas y por muchas causas, pero principalmente, y como todo en este mundo ¡mueven mucho dinero!!!!
Como madre me resulta difícil ver la película, llorar con ella, y a los dos minutos olvidarme, ¿que puedo hacer? No se si mucho y eso es lo que más me pesa, ojalá pudiera borrar el dolor de este planeta de un soplido o cantando una canción, pero no puedo, pienso en este momento que tal vez difundiendo, hablando con mi hija, amigas y mujeres sobre lo mucho que valemos y cuanto debemos fortalecernos, dejando de mirar para otro lado, criando como hombres de bien a mis hijos varones.
No se es tanto el dolor que aqueja a este planeta, que realmente ahora entiendo un poco porque tanta locura colectiva con respecto al fin del mundo, tal vez inconscientemente todos nos sentimos culpables, sentimos que realmente no merecemos seguir ¿donde quedó nuestra humanidad? ¿alguna vez la tuvimos? ¿que nos diferencia entonces de los animales si no somos capaces de usar nuestra razón para enaltecernos? Mucho se habla entre la lucha corazón vs cerebro, pero en estos tipos de casos, ninguno de los dos se hacen presentes, es una naturaleza básica, lejos de lo que nos hace realmente humanos, inteligentes y sensibles.
Un animal se como a otro por diferentes motivos, hambre, territorio, porque se siente en peligro, etc, pero jamás por odio, por el disfrute de verlo sufrir.
En fin, no sigo porque podría hacerlo por largo rato, como siempre les digo lejos de inculcar miedos u odios, les comparto estas sencillas reflexiones sólo con el anhelo de crecer como ser humano y sabiendo que tenemos tantas cosas buenas que este planeta Tierra realmente podría ser el paraíso.
Vanessa Aguirre dice
Que triste que estas historias se sigan repitiendo una y otra vez. Como bien tu lo dices cuando uno escucha casos como estos y en pleno siglo XXI se pregunta uno porque?
Romina dice
Hola Vane, gracias por compartir tus sentimientos con respecto a este tema.
Abrazo grande!