¡Hola Amigas XXI! Con la llegada de un hijo a nuestras vidas. Un bebé que es un pedacito de nosotras, un sol que pasa a ser el centro de nuestra razón de ser, el centro del universo entero. Tanto que olvidarse de una misma es muy normal. Toda nuestra energía se concentra en atender al bebé. Dejamos de bañarnos correctamente, dejamos de dormir, de comer correctamente, sobre todo los primeros meses en los que nuestra vida se pone de cabeza y todos los esquemas conocidos son sacudidos. Sin embargo así como cuidamos la salud atentamente durante el embarazo y no faltamos ni a una cita del cuidado prenatal por nuestro bebé, también debemos continuar nuestros chequeos médicos postparto.
Un estudio de Kaiser Permanente reveló que las madres, igual que los bebés, necesitan monitoreo adicional después de dar a luz. Según el estudio, las mujeres que son diagnosticadas con hipertensión durante el embarazo aumentan el riesgo de padecer de alta presión arterial en el año posterior al parto.
El estudio también reveló que:
- Las mujeres que padecieron algún desorden de hipertensión durante el embarazo eran 2.4 veces más propensas que aquellas mujeres que mantuvieron una presión arterial normal durante su embarazo a desarrollar pre-hipertensión durante el año sucesivo al alumbramiento, tomando en cuenta las diferencias entre ambos grupos.
- Comparadas con las mujeres que mantuvieron una presión arterial normal durante el embarazo, las mujeres con hipertensión relacionada al embarazo eran por lo general un poco más jóvenes, con sobrepeso u obesidad antes del embarazo.
- Las mujeres con hipertensión relacionada con el embarazo eran más propensas a haber tenido uno o más hijos de anterioridad y subir peso de más y desarrollar diabetes gestacional durante el embarazo.
Los desórdenes relacionados con la hipertensión durante el embarazo son comunes, y afectan hasta un 10 por ciento de las mujeres embarazadas. Estos desórdenes incluyen hipertensión gestacional; pre-eclampsia (una combinación de alta presión arterial y altos niveles de proteína en la orina); y eclampsia (que incluye ataques epilépticos en mujeres que pre-eclampsia).
“Los estudios han demostrado que los desórdenes relacionados con la hipertensión durante el embarazo están asociados con el riesgo de enfermedad cardiovascular a largo plazo, pero sabemos muy poco sobre el efecto de estas condiciones en los años posteriores al parto”, informó Mary Helen Black, PhD, MS, autora principal del estudio e investigadora con el Centro para Investigaciones de la Salud de Kaiser Permanente en el Sur de California. “Nuestro estudio sugiere que existe un sub-segmento de mujeres que desarrolla hipertensión durante el embarazo y presenta un cuadro de presión arterial elevada durante el primer año posterior al parto, a pesar de haberse mantenido saludable en otros aspectos antes del embarazo”.
El estudio resalta la importancia de monitorear y controlar la presión arterial no solo durante, sino también después del embarazo.
Fuente: El estudio fue subvencionado por fondos obtenidos del Kaiser Permanente Southern California Direct Community Benefit. Otros autores del estudio son Hui Zhou; David A. Sacks, MD; Jean M. Lawrence, ScD, MPH, MSSA; Teresa N. Harrison,SM; y Kristi Reynolds, PhD, MPH, del Centro para Investigaciones de la Salud de Kaiser Permanente en Pasadena, en el Sur de California; y Sascha Dublin, MD, PhD, del Group Health Research Institute en Seattle.
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