¡Hola Amigas XXI! En varios países del mundo está próximo a celebrarse el Día de la Madre. Ser madre es lo mejor que me ha pasado en la vida. Creo que es algo mágico, el aprendizaje más grande que me ha tocado vivir. Cuando quedé embarazada realicé el curso preparto, me informé, consulté a los especialistas para prepararme de la mejor manera posible. Inclusive me di cuenta que es importante saber cómo prepararse para el nacimiento de un hijo desde antes de la concepción.
Pero siempre hay imprevistos, y descubrí con la práctica lo que no te enseñan en el curso preparto. Por ejemplo:
-Habilidades de destreza motriz para hacer las cosas con una sola mano mientras sostienes en brazos a tu hijo. Esas habilidades van desde cortar con un cuchillo, sostener el teléfono, revolver el guiso, contestar un email de trabajo. Todo debes poder hacerlo no solo con una sola mano, hay muchas cosas que deberás aprender a hacer con un solo dedo. Ni hablar de la habilidad de acostar suave y sigilosamente al bebé cuando duerme, lleva tiempo aprender a hacerlo sin que se despierte porque a veces queremos acostarlo apenas se duerme y cuando lo hacemos llora porque le faltaba un rato para estar profundamente dormido.
-A ser como el ekeko El ekeko es una divinidad del altiplano, representa a la abundancia y siempre va cargada de cosas. Por eso, se dice que alguien es un ekeko cuando lleva demasiados bultos siempre consigo. En la maternidad todas nos convertimos en un ekeko y conviene ir practicando desde antes para que no se te caigan las cosas. Por eso intenta salir de casa con un bolso gigante, tu cartera y un paraguas. Intenta practicar sacar las llaves con los dientes y lograr abrir la puerta de tu casa haciendo malabares o intenta abrir la billetera y sacar monedas. Esto te será muy útil cuando lleves a tu bebe en brazos y debas salir sola de casa con el pequeño, el bolso y el cochecito.
–En oídos cerrados no entran palabras vanas. Esta técnica consiste en lograr que pasen por una oreja y salgan por la otra los miles de comentarios que resulten inapropiados, creadores de inseguridad, que dificulten la crianza de tu hijo. Como por ejemplo: “tu leche no lo está alimentando lo suficiente”. Prepara tu mejor sonrisa y mentalízate de antemano para que no te afecte esa clase de comentarios y aprende a reconocer los consejos que si te sirvan. La confianza en sí misma es una aliada en estos casos. Por eso, es esencial aprender a seguir a nuestro corazón en la crianza de los hijos y brillar con luz propia, llenas de seguridad y optimismo.
-La aventura de subir al autobús. Cuando te subes al autobús y nadie te da el asiento procura tocarte la panza continuamente y hablarle al bebé, así se darán cuenta que estás embarazada. Si esto no funciona, aún con una obvia panza de 8 meses, no te quedará más remedio que pedir el asiento tu misma. Lamentablemente descubrirás que la gente suele ser muy distraída y descortés.
-Lo útil y necesario: Tarde o temprano nos toca aprender a llevar lo justo y necesario en nuestra mochila de la vida, a descargar objetos inútiles y a añadir todo lo que sume bienestar. Y en la vida cotidiana, el bolso personal no es la excepción. Cuando tenemos un bebé muchas veces debemos aprender a llevar en el bolso sólo lo indispensable, y muchas veces, por las dudas cargamos demasiadas cosas que jamás usamos, solo “por sí acaso”.
Nada mejor que vivir la maternidad con humor y es que si afrontamos las dificultades con un estado de ánimo adecuado las mismas se superan de manera exitosa. A todas nos ha tocado vivir situaciones que nos han obligado a superarnos a nosotras mismas, a ver el lado positivo de las cosas.
Por eso este post está dedicado con cariño a todas las madres. Porque, hablando en serio, lo que no te enseñan en el curso preparto es a ser madre, es algo que vamos aprendiendo sobre la marcha. Por eso nuestro guía principal será el amor, el cual nos ayudará a superar los obstáculos que se nos presenten, como por ejemplo cuando los niños no hacen caso.
Me causa gran admiración observar la fortaleza de muchas de nosotras que, por los avatares de la vida, han demostrado que portan ese título maravilloso con honores. A las madres solteras que deben enfrentar solas la crianza de sus hijos, a las viudas, a las madres adoptivas que han esperado años para tener un bebé en sus brazos, a las casadas o separadas que buscan el equilibrio diario no solo en su hogar sino que también tienen tiempo para ayudar a los demás y de esa manera mejorar el mundo.
Todas merecen nuestra admiración, y sobre todo la madre propia, aquella que nos ha hecho ser lo que somos, que nos ha enseñado a dar lo mejor de nosotras, que ha sacrificado su tiempo, que ha demostrado paciencia infinita. Para todas ¡Feliz Día!
Valentina F dice
Muy cierto todo lo que dices en el post. Gracias por compartirlo me gusto mucho. Saludos!!