Aclaración: Este post forma parte de una campaña patrocinada con AT&T y DiMe Media. Sin embargo, todas las opiniones expresadas son propias.
Ojalá existieran fórmulas que nos libraran de los peligros de este mundo. Lamentablemente no existen. Todos somos vulnerables a sufrir accidentes, a enfermarnos y a que nos ocurra lo no imaginable. Como madre, pensaba hace unos días, se tienen tantos miedos con los hijos, que desearía ser omnisciente para protegerlos en todo momento. Por ejemplo, cuantas cosas uno puede temer en momentos que nos dejamos llevar por pensamientos negativos, pero jamás se nos ocurriría, que nuestro bebé podría ser llevado por un cocodrilo, como le acaba de suceder a una familia que vacacionaba a las orillas de un lago en La Florida. Hay cosas que son tan poco probables y otras inevitables. Somos vulnerables. Sin embargo, hay mucho que como madres sí podemos hacer para protegerlos. Podemos educarlos. Aunque no podemos estar en cada segundo y en cada lugar de la vida de nuestros hijos, si podemos enseñarles a amar y a respetar la vida.
El amor y el respeto por la vida son dos aspectos que van de la mano, y están íntimamente relacionados. Desde que mis hijos nacieron he intentado con todas mis fuerzas, de transmitirles estos sentimientos. En realidad cuando son pequeños es fácil, es casi que natural en ellos. Los niños pequeños aman el medioambiente, aman la naturaleza y por supuesto, a los otros seres humanos. Es a medida que van creciendo, con los choques con la realidad, que se van insensibilizando. Y eso es algo que como padres, no podemos permitir. El mundo está lleno de personas, que ante los grandes problemas e injusticias, miran hacia el otro lado.
Compromiso con la vida
Yo, como madre, me comprometo a criar hijos que no voltearán la mirada. Hijos que no se harán los desentendidos. Hijos que respetarán la vida en todas sus manifestaciones porque la amarán y comprenderán a profundidad, la maravilla de estar vivo y de disfrutar nuestra estadía en este planeta, lo más que se pueda.
Mi hijo mayor tiene 14 años, ya entró de lleno a sus años de adolescencia. Sinceramente amigas, es difícil y por momentos, siento aún no estar preparada para esto. Pero, trato de ahuyentar mis miedos, hacerle frente a la situación y aferrarme al amor tan grande que existe entre nosotros dos, mi hijo y yo. Tengo la experiencia de mi lado y una relación abierta de mucho diálogo. Él sabe que puede hablar conmigo de lo que sea, siempre ha sido ha sido así. Y siempre, de par a par, con mucho respeto y honestidad. Entre los temas importantes, ya hemos hablado y bastante, pero no suficiente, sobre las drogas, el alcohol y el sexo. Temas importantísimos y de constante cuidado, en realidad.
En relación a estos, también ha surgido el tema de la responsabilidad al volante y todo lo relacionado a los aspectos que mi hijo debe tener en cuenta l, ya que se va acercando la edad para que pueda sacar la licencia de conducir. Hay cosas que no se pueden permitir al volante, entre ellas: manejar en estado de ebriedad, intoxicado, con las capacidades disminuidas y textear o hablar por teléfono, sin usar la funcionalidad “manos libres”.
Este último, muy común y extremadamente peligroso.
Mi familia ha vivido de cerca un evento muy traumático en relación a esto. Nosotros vivimos en un bulevar, a la orilla del Río Hudson, muy transitado. En una ocasión, justo enfrente de mi casa, un autobús perdió el control y llevó por delante a una mamá que iba paseando con su bebé en el cochecito. La madre sobrevivió, pero la bebé falleció al instante. Este fatal y terrible accidente, sucedió a causa de que el conductor estaba enviando un mensaje de texto y perdió el control del vehículo. Un chofer con toda una vida de experiencia, no pudo coordinar ambas actividades.
Es importantísimo que tanto nosotros los padres como nuestros hijos, tomemos conciencia de la importancia de dejar el teléfono móvil a un lado a la hora de conducir, y que enseñemos con el ejemplo. Es la mejor manera.
Frena tu mala conducta de usar el teléfono al volante con una aplicación
Los hispanos que viven en los EE. UU. son más proclives que el resto de la población en general a distraerse con sus smartphones mientras manejan, de acuerdo al estudio Puede Esperar realizado por AT&T. El 83% de los hispanos reconocen que usan sus smartphones mientras manejan. Eso comparado con el 71% si se considera a la población del país en su totalidad. La aplicación DriveMode de AT&T, puede ayudar a evitar esta mala conducta. Disponible ahora en español y está abierta a todas las compañías telefónicas. Es gratis para los usuarios de iPhone y Android. La aplicación ayuda a frenar el impulso de leer y enviar mensajes de texto mientras se está manejando al silenciar los mensajes de texto entrantes. La función de modo automático activa la aplicación cuando el automóvil alcanza una velocidad de 15 MPH y la desactiva cuando se detiene.
¡No te pierdas este simulador de manejo, es espectacular!
Yo, Romina Tibytt, mamá de 3 niños, me comprometo a cuidar la vida de los demás y la mía propia, dejando el teléfono a un lado a la hora de conducir y siendo un vivo ejemplo de buenas conductas y respeto a la vida, ante la mirada de mis hijos.
Vamos a cambiar este mundo, mejorarlo, con buenas acciones. Ya sabemos de sobra, que con intenciones no alcanza. Seamos ejemplo. Te invito a tomar el compromiso #PuedeEsperar y a descargar la aplicación. ¡Por amor a la vida! Es fácil, ingresa aquí: Haz la Promesa con AT&T ¡Textear y conducir, puede esperar!
Descarga la aplicación!
- Google/Android: https://play.google.com/store/apps/details?id=com.drivemode
Mayito Castillo dice
Este tema es de mucho interes. Como lo mencionas el buen ejemplo comienza en casa, y es nuestro deber hacerles ver a nuestros hijos el peligro que corren ellos y los demas si textean mientras manejan.
Natalia Carter dice
¡Qué preocupante que aún haya personas usando el teléfono mientras conducen! Menos mal hay campañas de concientización sobre los peligros d