Ideas para que el baño de tu hijo no sea una odisea.
¿Tu hijo no quiere bañarse y no sabes qué hacer? Te preguntas cómo es posible que hasta hace poco tiempo tu pequeño disfrutaba del baño como pez en el agua y ahora cada vez que lo vas a meter a la bañera, llora, patalea, pone resistencia y te agota. Cuando tenemos tiempo es más sencillo transitar esos momentos, pero, ¿qué pasa cuando estamos apuradas, tenemos que ir a una reunión o se nos hace tarde para el médico? Y es una odisea preparar a los niños, especialmente si tenemos varios. ¿Qué podemos hacer? Alrededor de los dos años, los pequeños comienzan a querer hacer cosas solos, a negarse a que lo bañen, lo vistan o lo cambien de pañal. Comienzan a reafirmar su personalidad y a imponerse. En ocasiones les da miedo el agua. Quizás en alguna oportunidad le entró agua en los ojitos y no quieren volver a pasar por eso.
Para eso es importante lograr que la hora del baño vuelva a ser divertida para ellos. Estas ideas pueden serte de utilidad:
- Prepara un baño de espuma: No hay nada más divertido que jugar con la espuma. Esta estrategia me funcionó mucho con mi hija. En esas épocas en las cuales no había forma de convencerla, la espuma de baño fue mi gran aliada.
- Procura que la hora del baño sea un momento divertido. Compra algún libro sumergible o juguetes para el agua. De esa forma tu hijo se acostumbrará a que bañarse es un momento para disfrutar del agua y de algún juego entretenido. Cantar canciones que hablen del agua es otra buena opción. Busca alguna que sea muy divertida para cantarla sólo en el momento del baño.
- Los crayones o jabones que sirven para dibujar en los mosaicos son también muy divertidos y es una excelente oportunidad para aprender en el agua. Compra varios colores llamativos y verás cómo tus hijos estarán esperando la hora del baño.
- No lo hagas decidir si quiere bañarse o no: es mejor en vez de preguntarle si se quiere bañar, pregúntale si se quiere bañar antes o después de cepillarse los dientes. Así él siente que elige, que es tenido en cuenta pero que hay una rutina que si o si se tiene que realizar.
- Procura que desde bebé tu hijo se acostumbre al baño haciéndolo una rutina: esto es fundamental. Las rutinas son importantes, ya que contribuyen a que los pequeños se ordenen. Entonces puedes establecer diferentes actividades que él asocie entre sí, como por ejemplo el baño, la cena y un cuento antes de dormir.
- Acompáñalos en sus juegos en el baño.
- Déjalos, en la medida que su edad lo permita que se enjabonen solos.
- Dales tiempo para jugar y divertirse en el agua. Recuerda que sus tiempos son diferentes a los nuestros y, si bien habrá días en los cuales estaremos más apurados, es importante respetarles a los niños su tiempo de juego.
Recuerda que no sirve ni la amenaza ni el castigo. Explicarle que el cuerpo limpio está sano y si no nos bañamos, nos podemos enfermar. Ellos nos comprenden más de lo que nosotros creemos.
Espero que estos consejos te sean de utilidad. Cuéntanos ¿cuáles son tus estrategias a la hora de llevar a tus hijos a bañarse?
Crédito de la foto: photopin
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