Yo vivo en la capital del mundo ¡New York City! Es una ciudad que adoro y amo con todas mis fuerzas, sin embargo créeme cuando te digo que puede ser también muy estresante y agotadora. Permanentemente llena de gente, cuyo ritmo desafía la velocidad del tiempo y nos mantiene a todos literalmente corriendo de un lugar a otro y de un compromiso a otro.
¿Cómo lograr una saludable pausa, que sea lo suficientemente provechosa para descansar, relajarse y recargar energías, sin tener que internarnos en un spa durante una semana o escaparnos al medio de la montaña?
A continuación te comparto algunos tips para lograr recargar energía en contacto con los elementos de la naturaleza aunque vivas en una urbe llena de concreto, que a mi me funcionan y espero a ti también:
Pies en el agua: es una práctica muy sencilla, y cuanto mejor si tenemos la posibilidad de meter los pies en un arroyo o río de agua corriente, que nos realiza un masaje natural a nuestros cansados pies de mamás. Si no tenemos la posibilidad, basta con un chorro de agua de la manguera para conseguir resultados similares.
Pies en la tierra: La tierra es un conductor natural de la energía, por lo tanto, caminar descalzos por la tierra realmente nos ayuda a renovar energías y descargar malas vibras. Existen personas que se ocupan de manera profesional a esta práctica ¿conocías? Se llama Earthing o Grounding, y cuyos apasionados practicantes afirman que promueve muchos aspectos de la salud. Pero bueno, al margen de esta interesante información que te invito a que investigues más en la red, poner los pies en la tierra es una práctica que renueva las energías y relaja también. Es muy fácil encontrar un parque, si es que no podemos salir al campo, y caminar descalzos, con cuidado, durante algunos minutos, conectados con la naturaleza, que siempre ¡siempre! inspira y despeja la mente.
Tocar un árbol, el césped: El sentido del tacto, también nos ayuda a relajarnos y conectarnos con aspectos que por lo general se encuentran adormecidos por el ritmo acelerado de vida que llevamos y la falta de conexión con la naturaleza. Ve con tus niños al parque, y abracen los árboles, toquenlos, toquen las flores, el césped, las hojas secas, y disfruten con la inocencia del niño, con una mente pura y abierta a descubrir las maravillas de la Madre Naturaleza.
Acostarse bajo el sol: Con protección solar para no correr riesgos, acostarnos algunos minutos al sol es una experiencia muy relajante y placentera, además el sol nos aporta vitaminas. Recuerdo cuando era niña con mi mamá, nos acostábamos al sol a leer un cuento o libros de filosofía ¡como me gustaba!!
Respirar rodeados de plantas: Esto es algo que mi mamá me enseñó también, un cuerpo y un cerebro mal oxigenados, son la base de muchos problemas de salud. Respirar profundo y rodeados de plantas es un excelente ejercicio para sentirnos mejor, con energías renovadas y entusiasmo.
Estimular los sentidos en contacto con los elementos de la naturaleza, es para mi una de las experiencias más beneficiosas para renovar energías en el contexto de nuestras alienadas vidas.
Cuéntame: tú ¿has probado de recargar energías en contacto con la naturaleza?
Mayito Castillo dice
Tan facil, y sencillo de hacerlo, como caminar descalzos, o abrazar un arbol. Y por falta de conocimiento, o de tiempo no lo hacemos, me propongo a hacer al menos uno por dia. gracias por compartirlo!