A veces la vida nos “pilla” con los brazos abiertos: un festejo, una danza o simplemente un abrazo. Por eso, es importante cuidar de un área un tanto olvidada de nuestro cuerpo: las axilas. Tengo que confesar que no siempre incluí el cuidado de las axilas en mi rutina de skin care. Después de todo, siempre es más fácil priorizar lo “visible” o lo más expuesto a enfermedades de la piel, como lo son el rostro y el resto del cuerpo. Sin embargo, hace ya algún tiempo decidí prestarles más atención a las axilas, sobre todo en verano. En esta oportunidad quiero compartirles algunos de los cuidados y precauciones que tomo para tenerlas suaves, lisas y humectadas.
Elige un buen desodorante
Como no todas las mujeres tenemos la misma piel, existen desodorantes de todos los tipos y formas para combatir cada problema. ¿Tienes las axilas resecas, irritadas o eres propensa a la sudoración excesiva y los malos olores? La próxima vez que vayas al súper, tómate un minuto más para leer la etiqueta del desodorante que vayas a comprar y analiza sus ingredientes.
En lugar de adquirir uno con aluminio, asegúrate de elegir un desodorante antitranspirante a base de agua. Este tipo de producto contiene glicerina para la piel y es perfecto para las personas con axilas resecas, ya que actúa como humectante para el cutis. Presta también atención a los ingredientes naturales con los que están fabricados: un desodorante con ingredientes como el pepino o el aguacate es ideal para refrescar las axilas y evitar la sudoración excesiva, mientras que uno con flores blancas es perfecto para blanquear las zonas oscuras y prevenir los malos olores.
Si te preguntas qué formato es mejor en tu desodorante -en spray, roll-on o barra-, lo cierto es que todos pueden ser iguales de efectivos y tan solo se trata de un asunto de gustos. Si prefieres una sensación fresca y humectante, entonces el roll-on o el desodorante stick serán tus mejores aliados. Si, por otro lado, priorizas una absorción rápida, el spray es el producto ideal. Asegúrate de probar y de elegir lo que tu piel prefiera y con lo que te sientas más cómoda y a gusto.
Presta atención al cuidado después de la depilación
Sea que elijas un rastrillo, cera depilatoria, cremas o máquina, debes priorizar el cuidado de la piel para evitar la irritación. Para ello, es recomendable usar justo después de la depilación un desodorante antitranspirante a base de agua cremoso, para así humectar bien el área. Si aparece la irritación, puedes aliviar la zona con una toalla húmeda o con un ingrediente natural refrescante, como el aloe vera. Intenta que tu piel no roce con ninguna tela y evita las duchas calientes.
Aprende cómo aclarar las axilas
De seguro alguna vez fuiste víctima de las tan temidas manchas oscuras en la piel de las axilas. Si bien existen productos comerciales para tratar esta coloración, también hay alternativas naturales para aclarar el área. Una forma muy sencilla es mezclar bicarbonato y agua en partes iguales hasta formar una pasta, frotar sobre la piel por algunos segundos y enjuagar con abundante agua. Este proceso se debe repetir unas tres o cuatro veces por semana, aunque vale aclarar que los resultados no suelen ser inmediatos. Ahora que ya sabes todo sobre el cuidado de las axilas en verano, da un paso más y aprende cómo tener una piel más suave o cómo hidratar el pelo.
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