Llegamos a la Luna y nos hicimos amigos

Resulta que erase una vez y hace no tantos años atrás, el mundo se vió en vuelto en una paño color rosa, los cantos por el amor y la paz, se convertían rápidamente en himnos, y por aquellos entonces nunca se le dió más importancia a la amistad y valores relacionados a ella como la fraternidad, el amor, el respeto, la tolerancia, etc, que en otro momento de la historia.

¿Si este movimiento, mejor conocido como el hippie, fue resultado de grandes crisis? Si es verdad, pero al final de cuentas el mundo vive en permanentes crisis, asique  rescatando las cosas positivas y regresando entonces a ese momento de la historia en el que todo era paz, amor y rock and roll, sucedió y precisamente el 20 de Julio 1969 que el hombre pisó por primera (y hasta donde sabemos) única vez, el suelo lunar.

Millones de terráqueos pudieron presenciar la maravillosa y surreal escena a través de las pantallas de  TV, fue un gran paso y que lamentablemente desconocemos las causas por las que no sólo no han regresado a la Luna, sino no se han conquistado nuevos territorios y como si ésto por si sólo no fuera suficiente para layendas, hoy les traigo otra leyenda asociada al viaje del hombre a la Luna y que como toda leyenda tiene su parte real.

Como sucede con todos los grandes acontecimientos de la historia, hay situaciones en que los humanos, y aunque sea por momentos, nos olvidamos de regiones, diferencias, religiones e inclinaciones políticas, así cuentan que sucedio en esos instantes mágicos e increíbles en el que millones observaban la llegada del hombre a la Luna,  Enrique Ernesto Febbraro, profesor de psicología, filosofía, historia músico y odontólogo se prometió a sí mismo que ese sería para siempre el Día del Amigo.

Antes de que la Apolo 11 regresara a la Tierra, desde su consultorio de Lomas de Zamora, donde vivía entonces, envió mil cartas a cien países y, a vuelta de correo con 700 respuestas, había quedado fundado el Día del Amigo.

Cuando Neil Armstrong pisó la Luna y dio “un pequeño paso para el hombre y un gran salto para la humanidad”, consideró que había madurado su idea de dedicarle un día al amigo.. “Escuché que el alunizaje del módulo era un gesto de amistad, desde la humanidad hacía el universo. ¡Ya está, es el día elegido!, dije. 

Febbraro enviudó dos veces de mujeres que empezaron siendo sus amigas y le dejaron lo que él llama su tesoro: dos hijos y cuatro nietos.

El profesor señala que “entre un hombre y una mujer siempre subyace el deseo, pero si se lo supera, la amistad prospera. El matrimonio –aunque es una institución que une intereses diversos— siempre llega al minuto donde surge la amistad”.

Y así es como una de las historias cuenta que nació el Día del Amigo, al menos en Argentina que se celebra hoy, y alrededor de este día en muchos países de Latinoamérica e incluso Europa.

Como les compartía hace poquitos días atrás, la amistad, considero, es una de las mejores cosas que nos suceden en la vida, son realmente tesoros infaltables y por esta razón no podía dejar pasar este día sin extenderles una demostración de todo el cariño y afecto que siento por ustedes, mis amigas XXI y dicho esto paso a dejarles los consejos para conservar la amistad por el Dr. Enrique Ernesto Febbraro, creador del día del amigo.

• Un amigo no aconseja, se mete en el problema, se embrolla, y ayuda al otro.
• Mi amigo es mi maestro, mi discípulo y mi condiscípulo.
• Los sacramentos de la amistad son: simpatía, ternura, respeto, reciprocidad, lealtad, comprensión, desinterés, solidaridad, perseverancia y alegría.
• Hace falta callar, aunque se tenga razón, porque dos no pelean si uno no quiere.
• No hacer o decir nada que lastime u ofenda al otro.
• Acompañar siempre: en la soledad, el dolor o la alegría.
• Aceptar a las personas como son y querer hasta en el mínimo detalle, sin esperar recompensa.
• Olvidar los propios problemas y escuchar con oído y corazón de amigos.

“Un pueblo de amigos es una Nación imbatible”.