Un post sin título

Hace mucho no escribo y menos sobre la actualidad. Cuando empecé este blog, fue en época de crisis. Les he compartido mis opiniones y experiencias en relación al atentado de las Torres Gemelas, los derechos de los inmigrantes, finanzas con la crisis económica, cuando ganó Trump y hoy me siento en la necesidad de volver a hacerlo. Ayer fue un día muy oscuro para mi. A tal punto que al ver las noticias en redes sociales, sentí nauseas y una profunda desazón. Pesimismo. Y por sobre todas las cosas, mucho dolor. Me enoja tanto, que en vez de querer salir a romper todo, me quiero esconder debajo de las sábanas de mi cama y decir: fuck you, mundo! Me rindo. Pero se me pasa. Y mi cabeza se pone a mil, como de costumbre, intentando entender todo, buscando respuestas. Las imágenes comienzan deslizarse en mi mente, como si un oscuro proyector al estilo The Man in the High Castle, me mostrara la que es, lo que fue y lo que podrá ser. Todas las opciones, los multiples caminos y sus destinos. No vengo a cambiar el mundo con mis palabras, solo las arrojo aquí y de cierta manera a la matrix para vaciar un poco mi interior y para sentirme viva. Para sentir que aún soy parte, que importo aunque sea un poco, para alguien, para algo. ¿Es así?

Y me pregunto: ¿hasta cuando? ¿Tenemos remedio? Tantas luchas, tanta sangre. Desde el momento en que nacemos, es con lucha y se traslada al resto de nuestros días. Todo lo que sabemos: es una mentira. Todo. Vivimos dormidos, vivimos llenos de prejuicios y nos creemos lo mejor que este planeta puedo haber creado, cuando no lo es. No somos nada. Somos destructores. Somo absolutamente ignorantes. No sabemos de donde venimos, ni a donde vamos, ni quienes somos, ni para que vivimos. Nada.

Vivimos para luchar. Es lo único que sé.

Vivimos para buscar. Buscar ese algo que nos hará libres. La verdad.

Pero para eso, de vez en cuando la realidad necesita golpearnos fuerte en la cara. Despabilarnos. ¿Notan cómo la Guadañera nos rodea mas que nunca? Está en lo que tocamos, en el aire que respiramos, en nosotros y en los otros. Está en el Poder. Abajo y arriba. A la vuelta de la esquina. Siempre presente. Esperando. Está ahí ¿a que carajos le tenemos miedo?

Perdón si hoy no vengo con palabras de aliento. No puedo dar lo que no tengo. Hoy tengo frustración y un profundo dolor.

El Imperio tiene que caer. El imperio tiene que caer. ¡El Imperio debe caer!

Sinceramente, no se si es posible. Y es esto lo que me llena de oscuridad. ¿Quién dijo que necesitamos ser gobernados? Cómo si fuéramos niños, diciéndonos lo que tenemos que hacer todo el tiempo, que comer, que comprar, que estudiar, que leer, que ver, que escuchar, que ropa vestir, con quien casarnos, que hacer con nuestros cuerpos, cómo debemos sentirnos, a quien querer y a quien odiar. Por favor ¡ya basta! ¡YA BASTA!

El Imperio sigue vivo y debe caer.

Basta a la manipulación. Basta de control. No necesitamos a basuras (no los voy a llamar humanos) dirigiendo nuestras vidas, permitiéndoles que nos roben lo único que tenemos por seguro, nuestra humanidad (y la vida por el momento).

Fuck You! Fuck YOU! Sistema de mierda que lo único que hace es alimentarse de nosotros.

La libertad tal vez sea sólo una ilusión, o una opción como en La Matrix que al despertar a ella sólo nos mostrará que somos más esclavos de lo que creíamos y que la lucha es muchísimo más dura.

Estoy cansada de pintar el mundo de colores. Es negro.

Pero hay peros. Nos tenemos los unos a los otros, de vez en cuando. Estamos vivos y somos capaces de sentir. Nadie nos puede robar la capacidad de sentir, de tener emociones y de pensar. No lo vamos a permitir. Seguiremos luchando, quien sabe por cuantos dias, meses o siglos.

Cambiaremos, en algún momento, la narrativa y nos dará tanta vergüenza que nunca jamás volveremos a repetir los errores del pasado. Pero mientras tanto me niego totalmente a ser indiferente.

¡Que arda Troya! Todo lo que haga falta. Eso a la indiferencia. Eso a la ceguera. Eso a la esclavitud. Eso a la muerte de niños en cajas. Eso a la violación y abuso de niños en todos los niveles, formas y colores. Eso a llamar ilegales a seres humanos. Eso a la muerte en el frío pavimento, con una rodilla en la nunca, llamando a la madre mientras el aire es negado. Eso a la castración de niñas y niños. Eso a que nos sigan llamando putas de diversas maneras. Eso a los niños y ancianos muertos de hambre. Eso a que la salud sea un privilegio. Eso a que la educación sea un privilegio. Eso a que tener un techo sobre nuestras cabezas sea un privilegio.

Son muchas las causas. Hoy es Blackout Tuesday por George Floyd y por todos los que antes de él sufrieron la mismas injusticias y lamentablemente seguirá pasando. Hoy por la comunidad afroamericanos y por todos los de color negro que están en mi, en vos y en todos.

Mañana será por todo lo que nos queda pendiente.

No más. No mas. ¡No más!

Y hoy porque me levanté con necesidad de escribir, pero ten algo por seguro. No me eres indiferente. No tengo todas las respuestas y muchísimas tantas más veces, sencillamente no se que hacer. No se como cambiar todo. No se puede cambiar todo de una sola vez. Y no se puede decir todo de una sola vez. Lo que si se puede es decidir de que lado estar.