Cuando los hijos transitan la etapa de la adolescencia, las hormonas entran en acción y muchas cosas cambian. Eso es algo que todos los que somos padres de adolescentes sabemos por experiencia. Hay días que parecen estar radiantes, llenos de energía y que pueden llevarse el mundo por delante, otros están todo el tiempo cansados. Hay veces que comen sin parar y otras no tiene hambre por horas y horas. Es realmente un viaje lleno de desafíos y muchas las preocupaciones que nos invaden, como padres. Ciertas cosas puede que estén fuera de nuestro control y tendremos que lidiar con ellas a medida que se vayan presentando y otras que podemos tener siempre en cuenta, estar pendientes. Insistir en la implementación de hábitos saludables es muy importante y a continuación hablaremos un poco sobre estos puntos y cómo ponerlos en práctica todos los días.
Adolescentes y 6 hábitos saludables a tener en cuenta
1-Alimentación e Hidratación:
El agua es el principal componente del cuerpo humano. El 60% del peso de una persona joven es agua. Estamos hechos de agua, por lo tanto para que el cuerpo y todos sus órganos funcionen sin exigencias y a pleno, es importante reponer el líquido que gastamos durante el día y las diferentes actividades físicas.
Asegúrate de tener agua disponible para tus hijos, y en abundancia cuando estén realizando actividades físicas. Contar con botellas de agua para que se lleven a la escuela, actividades extra escolares y mantenerse al pendiente, que las llevan consigo. Monitorear el consumo de bebidas azucaradas.
Por otro lado, es fundamental que durante ésta etapa se incorporen hábitos alimenticios saludables, ésto no significa comer solo frutas y vegetales, sino todo con moderación y equilibrio. Cocinar con los hijos es una oportunidad excelente no sólo para educarlos al respecto sino también para compartir tiempo de calidad con ellos.
2- Ejercicio Físico:
Los adolescentes necesitan de mucha actividad física. Es clave para que desarrollen huesos y músculos más fuertes y sanos en el futuro. También, para una mente sana. Además, el ejercicio permite mejorar la postura, el equilibrio y favorece el crecimiento. Es el momento ideal para inculcar la práctica de algún ejercicio físico durante al menos una hora cada día. Otra buena idea es buscar actividades en las que puedan poner en práctica la creatividad y que estimulen la imaginación: talleres de escritura, pintura, música, danza son algunas buenas opciones para adolescentes.
3- Controles Médicos
Las actividades de promoción de la salud y prevención de enfermedades resultan claves en este período del desarrollo. Si bien muchas de las prácticas relacionadas con buenos hábitos de salud nacen en el hogar y son nuestra responsabilidad como padres estar al pendientes, la mejor opción es contar con un médico de cabecera con el que se pueda hablar y consultar todas las inquietudes que se generen. Este aspecto muy importante, también elegir el mejor seguro que se adapte a las necesidades de nuestra familia. Realizar al menos un chequeo de salud al año y junto con éste, exámenes de laboratorio, control de las vacunas, etc.
4- Higiene
Una correcta higiene es un hábito fundamental en la adolescencia y suele ser también el medio por el cual se rebelan a los padres y a la sociedad. Estar pendientes como padres del baño diario, lavado de manos al llegar a la casa, de dientes antes de dormir y otras similares son prácticas más que beneficiosas y que deben adquirirse como hábitos saludables durante esta etapa. Pero además de la higiene del cuerpo, hay que incentivar el cuidado en la higiene de la casa, sus habitaciones y objetos personales. Los jóvenes deben participar de la limpieza del hogar y adquirir este hábito para hacer de él una práctica cotidiana.
5- Descanso
El sueño y el descanso son factores claves en la adolescencia. Los cambios psicológicos y emocionales que se producen en esta etapa de la vida pueden incidir en la calidad del sueño. Resulta necesario, pues, que adquieran unos hábitos saludables de descanso. Deben ser conscientes de la importancia de dormir bien y suficiente. Hay que educar a los jóvenes para que eviten tomar bebidas estimulantes por las noches y no hagan uso del móvil justo antes de dormir. Una mala rutina de sueño en la adolescencia puede tener consecuencias negativas para el crecimiento y el desarrollo.
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