No hago un artículo de opinión de todo lo que veo. Soy súper seriéfila y cinéfila, sin embargo cada vez que elijo escribir sobre algo que he visto es, por lo general, porque me ha resultado estimulante intelectualmente. Este es el caso de The Good Place: graciosa, fresca, entretenida, simpática, accesible y aunque suene raro, filosófica e inteligente. A continuación te cuento de que se trata The Good Place que tiene dos temporadas completas disponibles en Netflix, mi opinión y porque recomiendo verla.
Empecé a ver The Good Place en Netflix por recomendación de una amiga. Sinceramente con super bajas expectativas, porque mi amiga me comentó que era una comedia (no es mi género favorito) trataba de una chica que se muere y se va al cielo o paraíso, pero resulta que descubre que está allí por equivocación. ¿Suena trillado verdad? Pues lo mismo pensé. Mi amiga agregó, que tenía algunos elementos de filosofía, en el afan de la chica por volverse mejor persona para ganarse su lugar el en cielo, donde no pertenece. La cuestión, que un día decidí buscarla y darle una oportunidad, mi amiga antes me había recomendado Merlí, que también tiene contenido relacionado a la filosofía, y disfruté mirándola. Pero fui positivamente sorprendida, The Good Place, es original. Es una serie fresca, con chistes actuales sin reciclar y descontracturados, planteamientos filosóficos encarados desde un punto de vista práctico y relevantes y sin ideologías religiosas ¡en absoluto! Hecho que en realidad me llamó la atención. Además la serie, aunque no es familiar sino para adultos, no cae en vulgaridades y es sana. El elenco es genial y los actores principales tienen una química entre sí, excelente.
The Good Place: to good to be true?! 😛
Después de ser mortalmente atropellada por un camión y de una manera muy bizarra (característica recurrente en la serie) Eleanor Shellstrop (interpretado por Kristen Bell) es bienvenida en ‘el más allá’ con la buena noticia que está en el ‘lado bueno’ gracias a las buenas acciones que realizó en vida, ayudando a gente inocente. Además de profesión abogada ambientalista y defensora de los pobres. Eleanor se da cuenta de que es un error, ella no es abogada y jamás realizó un acto altruista en su vida, definitivamente la han confundido con otra persona con el mismo nombre.
Atrapada en un mundo en el que nadie maldice y todos son siempre agradable, Eleanor debe ocultar su mal comportamiento, para que no la envíen al “mal lugar” que le ha sido descrito como literalmente aterrador, un lugar de perpetuo sufrimiento y torturas inimaginables.
Cuando llega al barrio, Eleanor es recibida por el arquitecto del lugar, Michael (interpretado brillantemente por Ted Danson), que le muestra su nuevo hogar. Allí conoce a su alma gemela Chidi (William Jackson Harper), un profesor de ética y filosofía con un gran problema a la hora de tomar decisiones. Durante su estancia en el “lado bueno”, Eleanor intentará aprender ética con Chidi para ser mejor persona y salvarse de que la descubran y la envíen a donde verdaderamente pertenece: el ‘lado malo’. Pero su pasado en la tierra tiene peso y su personalidad hace que se vea inmersa en todo tipo de problemas.
¿Por qué me gustó The Good Place?
De menos a más:
El cielo y la fantasía del más allá: Cómo mencioné al principio, no me atrae demasiado en películas (o serie, en este caso) la representación del más allá, sinceramente porque de las maneras tradicionales en las que generalmente es representado sencillamente me resultan aburridas y hasta infantiles. Y ahí fue mi primera sorpresa. Este especie de cielo o paraíso, se sale totalmente de lo que hemos visto hasta el momento en cine o series. Es un más allá realmente original. Un más allá, que podríamos decir, adaptado a la cultura actual. Gracioso y súper bizarro.
Los seres del más allá y la tecnología: Además de las representaciones de los seres buenos y malos, en esta otra realidad o plano de existencia en el que una vez más nos vemos ante la confrontación de la dualidad, la lucha entre el bien y el mal. Aparece un personaje fuera de lo común, que es la asistente del arquitecto Michael: Janet. Janet es un ser creado por inteligencia artificial que posee el conocimiento de todo el universo, pero que lo único que le falta conseguir es aprender a profundidad los sentimientos humanos. Janet no tiene sentimientos. Ahí les dejo, porque este personaje es realmente muy interesante (que incluso desafía la existencia del Dios tradicional, entre líneas) pero no quiero spoilear la serie para quienes no la han visto aún.
Un nuevo acercamiento a planteamientos filosóficos: La vieja y no muy querida filosofía, de definición poco sencilla, pero que podríamos simplificar diciendo que es una actividad que busca responder los grandes interrogantes de la humanidad y que desafortunadamente se ve como poco útil a la vida cotidiana. Y aquí fue donde The Good Place me ganó como fan. La serie presenta de una manera super sencilla pero increíblemente práctica, como las enseñanzas de los grandes filósofos y pensadores de la humanidad pueden aplicarse a la vida cotidiana y a través de ellos volvernos mejores personas. Tomar decisiones sabias y concientes, teniendo en cuenta las posibles repercusiones de nuestros actos. Me pareció genial. Es filosofía aplicada. En cada episodio gracias a Chidi podemos tener una mini lección de filosofía y ética, que realmente dan ganas de ponerse a leer los libros que son mencionados. Temas como: ¿por qué decido ser mejor persona? ¿qué nos debemos los unos a los otros? Son disparadores de reflexiones profundas, son tópicos profundos. En estos tiempos de ridiculez social, donde la cultura se ve atacada por todos lados, donde la esencia del ser humano se pierde entre el circo de los “acontecimientos de último momento”, recordar a través de una serie que además te hace reír que hubo personas que se sumergieron en la fuente de la sabiduría y que hay tanto por aprender y mejorar, es realmente un bálsamo para el alma.
Estos son los elementos que me resultaron más atractivos de la serie. Además, visualmente está muy bien lograda, es super colorida, llena de detalles y simbolismos. El reparto menciono una vez más, es excelente.
Mi Recomendación XXI: ¡¡Ojo con las reseñas!! Las dos temporadas tienen giros inesperados que es mejor no saberlos, así se disfruta más. Y si te aguantas y no lees, serás recompensado con una tercera temporada que acaba de estrenar la semana pasada por NBC, que aún enamora más, porque presenta: Filosofía y Ciencia unidos. Se pone cada vez mejor.
The Good Place logra, como no recuerdo haber visto antes, abordar temas complejos con humor y mucha gracia. Michael Schur, es el creador de esta genialidad.
Podría escribir más, pero hasta aquí les dejo y espero que la disfruten tanto como yo. Reír es un alimento para el alma, y cuando viene acompañado de inteligencia ¡aún mejor!
[…] Google, play The Good Place from Netflix on my living room TV.” This is super […]