Siempre me gustaron los bebés. Me acuerdo cuando era chica, me emocionaba mucho cuando veía un parto en alguna película. Es por eso que entre mis sueños y proyectos siempre estuvo el de ser mamá.
Cuando quedé embarazada pensé: llegó la hora de saber realmente qué es esto de la maternidad. Sabía intelectualmente que el amor de una madre es único, incomparable e inconmensurable pero una cosa es pensarlo y otra cosa es vivenciarlo, sentirlo realmente.
Está grabado en mi mente y en mi corazón la fotografía más bella: el momento en que vi por primera vez a mi hijita: toda arrugadita y mojada, tan frágil y a su vez con la fuerza de la vida palpitando en cada célula de su pequeño cuerpo.
Ahí empezó la aventura de conocernos, de encontrarnos cara a cara, de olvidarnos del mundo exterior, de nuevos aprendizajes y descubrimientos. Toda mamá sabe que no es fácil la nueva vida: el bebé se va adaptando a su nuevo hábitat y nosotros a él. Y cuesta, cuesta mucho. Los bebés son seres asombrosos, en el primer año crecen de una manera increíble, nos llenan la vida de mágicos momentos y risas pero también de noches sin dormir, llantos, y preocupaciones.
Nuestra vida se alborota y, por suerte, la naturaleza nos da el instinto maternal para sortear todos los obstáculos y llenarlos de amor. Y, además, la naturaleza los ha hecho tan hermosos, tan dulces que su sola presencia ilumina y llena los espacios de una energía muy especial. Y como a las mamás (y en realidad a toda la familia) nos encanta hablar de nuestros bebés, hoy traje para compartir las razones por las cuales los bebés son más dulces que un caramelo: Porque…
1- Si es tuyo (hijo, sobrino, nieto) te babeas hasta quedarte deshidratado.
2- Su sonrisa es la luz que ilumina tu vida.
3- Su risa es contagiosa y la música más sublime.
4- Con ellos cualquier cosa que hagas, aunque sea un simple gesto, los puede hacer reír.
5- Sus ojos, al descubrir el mundo, te inspiran para maravillarte tú también.
6- La ropita les queda muy pero muy tierna.
7- Te desarman entero con una sola mirada.
8- Cada sonido que hacen es una fiesta para todos.
9- Su inocencia y pureza te alienta a pelear por un mundo mejor.
10- Porque cuando comienzan a hablar te los quieres comer a besos.
11- Y la prueba final es que la tarea de limpiarle los pañales no es tan desagradable como pensabas, ¡si hasta su colita es hermosa!
Los bebés son seres asombrosos, en el primer año crecen de una manera increíble y nos llenan el corazón de un inmenso, inmenso amor. Y ser mamá es asombrarse con lo cotidiano, es poder ver cada día con nuevos ojos, es estar agotadas, es poder ver a todos los niños con otros ojos, es atrevernos a dejar de ser nosotras mismas para ser un poquito ellos, para comprenderlos, para escucharlos, para mimarlos.
Quizás se dieron cuenta que ell título dice 12 razones y yo sólo he puesto 11, es que la última la dejo libre para que la escribas tú, si tienes ganas.
Hermoso! La verdad que todos los bebés son tan dulces, tiernos e inocentes, así deberíamos de seguir de por vida todos ! jajajaja Que lindo seria! Feliz y bendecido Viernes!
Coincido Mariam!! y es tarea de los adultos colaborar para heredarles un mundo mejor, con menos lágrimas y más risas, hermosas como la de Sofi en la foto ¡gracias por tu visita!
Es verdad Mariam, totalmente cierto…Feliz viernes!!
hermosa etapa de la crianza! felicitaciones !!!
muchas gracias Marisa Castillo!! un abrazo!!!