Existen personas que encuentran fácilmente una profesión que les apasiona pero a otros les lleva tiempo o, lo que es peor, jamás la encuentran.
Siempre me sentí una afortunada por haber encontrado un trabajo que me gusta, porque forma parte de mi vocación, de ese impulso hacia la acción que al realizarlo nos llena de energía y además nos ayuda en la subsistencia. Poder trabajar de lo que nos gusta no quiere decir que todos los días serán felices, eso seria una gran falacia, pero trabajar de lo que uno elige permite sobrellevar las dificultades de otra manera.
La palabra vocación tiene una etimología muy interesante. Viene del latín vocatio, derivado de vocare, que significa llamar. Por eso tiene que ver con ese llamado interno, con una voz que nace de nuestro interior y nos incita a seguirla.
A veces los padres sin darnos cuenta forzamos a nuestros hijos a elegir profesiones que nos parecen adecuadas a nosotros y no nos damos cuenta de que eso no los ayuda en absoluto porque no es su vocación.
Si bien mi hija todavía es pequeña como para pensar en su vocación, trato de que realice diferentes clases de actividades así va investigando en las diferentes áreas y podrá el día de mañana darse cuenta de lo que le gusta hacer.
Por otra parte, no me gusta quedarme sólo con eso así que me puse a pensar qué otras cosas podemos realizar para orientar a los jóvenes a encontrar su vocación. Por eso, hoy comparto contigo:
7 ideas creativas para ayudar a tu hijo a encontrar su vocación:
Hacer algo diferente cada día: El primer paso es salirse de la rutina. Abrirse al mundo. Proponerle actividades variadas y divertidas. De esa forma irá descubriendo cuales son sus favoritas.
Hacer las mismas cosas pero de una manera poco convencional: Tomar nuevos caminos es esencial para inspirarse. Hacer las cosas de otra manera, como por ejemplo, si somos diestros usar la izquierda o probar una manera diferente de encarar los problemas o situaciones de la vida.
Escribir un diario: Proponle que escriba un diario en papel. Escribir en papel para alguien acostumbrado al mundo de la tecnología es una tarea diferente. Realizar los trazos de puño y letra, probar diferentes tipos de escritura, nos ayuda a ser creativos.
Crear un blog: Es una buena oportunidad para desarrollar la creatividad y encontrar nuestros propios deseos, anhelos y aspiraciones. El hecho de escribir y compartirlo nos conecta con personas similares a nosotros. Eso nos brindará nuevas experiencias. Si tu hijo lo realiza, seguramente podrá vislumbrar de manera más sencilla qué es lo que le gusta hacer o a qué se quiere dedicar.
Pasar tiempo de ocio en la naturaleza: Cultivar momentos de inspiración y silencio. Puedes enseñarle a tus hijos a meditar, a relajarse en la naturaleza. El contacto con el aire puro siempre lleva a una conexión con nuestro interior y el momento será propicio para conversar en profundidad sobre sus intereses.
Como padre es importante que lo orientes dejando de lado tus miedos. Ya sé, esto es super difícil pero es necesario hacer lo posible para que nuestros miedos e inseguridades no lo condicionen. Para eso es bueno observarnos para darnos cuenta de qué manera les transmitimos las cosas.
Si tu hijo ya está en edad de decidir qué estudiar y aún no lo ha hecho, ten paciencia y acompáñalo en su camino buscando alternativas creativas como las que te cuento en este post. Compártelo si te ha gustado. ¡Hasta la próxima!
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